
La dicha del Amor,
vivir para buscarlo,
morir por su dolor.
Dos Cuerpos con su salvaje desnudez entrelazados,
unidos por los invisibles, eternos y firmes hilos
de los sentimientos, pasiones y deseos atados
y el juego caprichoso del angel del destino.
Dos almas que se buscan en las distancias de las sábanas,
jugando a encontrarse para luego perderse la una en la otra,
dejando pasar las horas y las horas hasta el despunte del alba.
Dos corazones que laten al compás de su Amor,
dejándose arrastrar por la pasión de sus fluidos
para volverse a entregarse en la dulce ilusión
de caer en la necesidad de los bellos instintos.
Entrelazados,
juntos, unidos,
encadenados.
juntos, unidos,
encadenados.
Tu y yo, nuestro Universo.
El Amor, nuestro Signo.
J. Vergara